Después
de haber pasado otro verano más con sus desagradables tíos, Harry Potter vuelve
al colegio Hogwarts, donde cursará su cuarto año.
Pero
antes de regresar, Ron invita a Harry a presenciar los mundiales de quidditch,
el deporte más famoso del mundo mágico. En los mundiales, todo iba de
maravilla, Harry, Ron y Hermione se divertían bastante. Hasta que, una noche,
su diversión fue interrumpida por mortifagos, que son magos oscuros, seguidores
de Lord Voldemort, pero no pasó nada muy grave.
Cuando
volvieron al colegio les informaron que ese año no sería como los anteriores, ya
que ese año Hogwarts sería la sede del famoso Torneo de los tres magos.
Esto
llevará a Harry a tener que superar obstáculos bastante grandes, así como a
vivir una aventura que jamás pensó tener, pero que logrará superar gracias a la
ayuda de muchos, como sus mejores amigos, Ron y Hermione.
Lamentablemente,
no esta historia no tiene un final muy… feliz. Pero pasan cosas tan inesperadas
que realmente te atrapan y te hacen querer seguir leyendo.
Es
una historia algo larga, pero vale la pena, porque en mi opinión es bastante
interesante y es recomendable para chicos y grandes.
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